Ganar músculo es la aspiración de cantidad de personas que entrenan duro y cuidan al máximo su cuerpo. En cambio, en muchas ocasiones esto presenta dificultades más allá de las horas dedicadas a ello o el ímpetu que se ponga: la técnica y los medios guardan un papel importante a la hora de cumplir esta misión.
A la hora de hacer que se potencie el músculo, ¿qué es mejor, pesas o máquinas? Es una de las preguntas más populares. No obstante, no hay un acuerdo generalizado en el ámbito del fitness que nos ofrezca una respuesta rotunda y concluyente.
Los expertos afirman que todo se basa en las preferencias personales, en los objetivos particulares y en la forma predilecta de entrenamiento. Es decir, cada una de las herramientas tiene sus pros y sus contras, y ambas pueden ser efectivas para notar cambios sustanciales en la musculatura. Solo hay que encontrar el mejor camino para cada persona.
- Pros y contras de las máquinas
Las máquinas pueden ser las mejores compañeras de las personas que están empezando una rutina de entrenamiento y todavía no están habituadas a ello. Son dispositivos que ayudan y dirigen al usuario a la hora de hacer los ejercicios, por lo que garantizan que los movimientos van a ser los correctos, que se vela por una buena postura y que se adquieran buenos hábitos.
Son altamente seguras en este sentido y pueden evitar lesiones derivadas de un movimiento erróneo. Además, para los que ya levantan pesos muy elevados, pueden ser cruciales a la hora de asistir a estos ejercicios arriesgados que requieren de un esfuerzo extra.
Por otro lado, tienen algunos aspectos en contra. Se enfocan en ejercicios muy concretos, por lo que llegan a ser limitantes en cierto tipo de entrenamientos. Usarlas en exceso va a potenciar la activación de una serie de grupos musculares mientras se descuidan otros que pueden ser vitales para la estabilidad y la postura.
- Pros y contras de las pesas
Al realizar entrenamientos con las pesas se efectúa un movimiento más completo en el que debe trabajar todo el cuerpo, pues se hará sin esa asistencia que proporciona la máquina. Esto significa que el usuario ejercita al mismo tiempo los músculos agonistas, antagonistas y sinergistas.
Mientras que las máquinas se limitan a un ejercicio o movimiento, las pesas o las mancuernas permiten crear un sinfín de tablas de entrenamiento con variedad de ejercicios, posturas e intensidades. Es lo que resulta más completo, finalmente, lo que llega a un mayor número de fibras musculares.
Las desventajas vienen de la mano de sus riesgos. Ante esta libertad es fácil comprometer la higiene postural, lesionarse con ciertos movimientos o ejecutar los ejercicios de una forma inadecuada que dañe determinados músculos. Si no se hace con cuidado, puede haber un desenlace desagradable.
¿Qué es mejor pesas o máquinas?
Ambas técnicas permiten activar grupos musculares, desarrollarlos y ejercitarlos con eficiencia. Las máquinas serán más interesantes para los que se están habituando a ello e infinitamente más seguras a la hora de entrenar. Las pesas dotan a los que ya tienen cierto bagaje de una mayor libertad e intensidad en las sesiones, llegando hasta el último músculo del cuerpo.
La elección va a depender de los objetivos particulares y la práctica que se tenga haciendo deporte, lo depurada que sea la técnica. En cualquier caso, combinar ambas herramientas puede ser todo un acierto para encontrar el equilibrio a largo plazo. Mientras que las máquinas ayudan a mejorar la postura y dan seguridad en determinados movimientos, las pesas suplen las carencias y potencian la activación en zonas a las que estos dispositivos no son capaces de llegar.
Fuente: www.mundodeportivo.com