1. Levántate temprano. El propósito es preparar lo necesario para iniciar el entrenamiento en la mañana. David Hill, investigador de la Universidad del Norte de Texas, dice que hacer ejercicio al iniciar el día es un hábito que motiva a mantenerlo y es más difícil de abandonar. Una clave para levantarte temprano es que una vez que suene el despertador, evitar esos “cinco minutos en la cama”, esto retrasa tus objetivo.
2. Dedica seis días de la semana. Especialistas afirman que llevan 21 días formar un hábito, por ello, si descansas solo un día a la semana te irás acostumbrando hasta que sea algo habitual en tu rutina diaria, afirma Rebecca Woll, entrenadora certificada de Nueva York. También da la oportunidad de empezar a notar cambios estéticos en tu cuerpo y a sentirte mejor física y emocionalmente.
3. Elige una actividad que te encante. Woll explica que para comenzar a amar el ejercicio es necesario encontrar un programa de entrenamiento que más te guste y se adapte a tu estilo de vida. Considera que no todas las actividades se adecúan a lo que buscas.
4. Pagar por el servicio. Tom Holland, entrenador físico y el experto en psicología del deporte de Connecticut, afirma que al invertir en un programa, gimnasio o club es menos probable abandonar y se aprovecha mejor por el valor que le das al pago. Es cuando realmente se hace un esfuerzo por asistir.
5. Sobreestimar los resultados. Si sobreestimas los resultados que deseas del ejercicio es casi seguro que lo abandones cuando no veas pronto los avances físicos. Por ejemplo, si esperas perder peso rápidamente y no pasa como lo deseas es fácil que te desanimes. Por ello, lo ideal es que te pongas metas realistas, sugiere Len Kravitz, coordinador del Programa de Ciencias del Ejercicio e Investigador de la Universidad de Nuevo México.
Fuente: www.salud180.com