De un tiempo a esta parte hemos pasado (literalmente) de la tendencia del nórdico con mucho blanco y madera de pino en nuestras casas y sobre todo, en nuestro salón a una nueva tendencia en donde las maderas se han vuelto más nobles (roble o nogal) y donde el blanco impoluto se sustituye por los tonos arenas y beiges.
En esta tendencia más cálida y envolvente los tonos arenas y beige no son intencionados sino que son más bien una consecuencia de los productos naturales y de la sostenibilidad que llega a todos los ámbitos, incluso a los revestimientos y materiales que aplicamos en el hogar. Aunque con pinturas ecológicas se pueden conseguir todos los colores, su acabado mate y a veces más arenoso (si pensamos en pinturas con base arcilla, cal o arcilla) se ha quedado como una de tendencia en nuestras paredes y, si es elegimos un color natural, como «de la tierra» se potencia este aspecto más natural.
El espacio ganador este año de la edición de Casa Decor representa esta tendencia y es la mejor muestra de que un salón o cualquier habitación puede no solo ser bonita sino que puede transmitirnos sensaciones tranquilas y relajantes. Y en eso consiste esta tendencia para nuestra casa; en envolvernos y en que nuestra casa sea capaz de hacernos sentir mejor.
Las maderas son macizas y de acabado natural incluso en el suelo donde los barnices para el parqué también son mate. Son lugares donde hay espacio para las piedras naturales y por supuesto la luz siempre cálida servirá para potenciar este ambiente natural y relajante que se acompañara de muebles donde de formas geométricas con los sofás de respaldo bajo y con la materia (maderas, lanas, linos…) como protagonistas.
Además de las maderas, los textiles mezclan texturas como linos, algodones o lanas en tonos piedra, tierra o arena para crear espacios si ruido donde no hay intención de que el ojo se vaya a algún punto en concreto sino que la intención es que el recorrido visual del espacio sea relajante y que nada destaque sobre otros cosas.
Fuente: Decoesfera