Cómo prevenir los coágulos de sangre
Los coágulos de sangre son en realidad una parte normal de las funciones de nuestro cuerpo (por ejemplo, para detener el sangrado), pero si la sangre se coagula en el lugar equivocado y en el momento equivocado, puede ser peligroso. Afortunadamente, hay formas de ayudar a prevenir que estos coágulos de sangre no saludables ocurran.
¿A quién le dan coágulos de sangre? ¿Estoy en riesgo?
La mejor manera de prevenir la formación de coágulos de sangre es mantenerse en buen estado de salud, conocer los factores de riesgo y buscar un especialista vascular y de las venas si tiene alguno de los síntomas comunes de coágulos de sangre que se mencionan más abajo.
Los coágulos de sangre pueden afectar a cualquier persona, sin importar su edad, género o raza. Hasta una mujer de 40 años en buen estado físico que se recupera de una cirugía de rodilla podría estar en riesgo, tanto como un hombre de 75 años confinado a una silla de ruedas. Sin embargo, ciertos factores tienen un mayor impacto que otros, por lo que es importante saber a qué estar alerta.

Usted podría tener un riesgo mayor de contraer coágulos de sangre si:
- acaba de someterse a una cirugía de importancia, como reemplazo de cadera o partes de sus piernas
- fuma
- toma vuelos largos o se sienta durante largos períodos de tiempo
- tiene más de 50 años
- está en tratamientos que contienen estrógeno
- sufre de enfermedades crónicas como diabetes, cáncer o enfermedades del corazón
- tiene mucho sobrepeso
- ha sido hospitalizado y no se puede mover
Síntomas de coágulos de sangre
Diagnosticar correctamente cualquier posible síntoma de coágulos de sangre o dolores en su cuerpo es un trabajo solo para médicos especialistas capacitados para evaluar sus condiciones vasculares y de las venas, pero también es importante conocer cualquier señal de advertencia para saber cuándo buscar atención médica.
Los síntomas y signos de advertencia de los coágulos de sangre incluyen:
- dificultad para respirar;
- hinchazón, especialmente en las piernas y los brazos;
- decoloración de la piel, típicamente un enrojecimiento u oscurecimiento de la piel;
- piel sensible o caliente.
Por el contrario, aquellas personas que padecen una embolia pulmonar pueden experimentar:
- intenso dolor abdominal;
- tos con sangre;
- falta de aire extrema y dificultad para respirar;
- desmayos;
- latido del corazón irregular.

Fuente: www.metroveincenters.com