El rugby, este deporte exige disponer de una combinación de fuerza y potencia en cada uno de sus movimientos sublime. Fuerza y potencia no son lo mismo. La puesta a punto de los jugadores para afrontar una competición suele pasar por combinar bien el trabajo en el campo de juego con las “duras” sesiones de pesas en gimnasio o en casa.
No hace falta ser un diez en ninguna disciplina, pero si un 7,5 en todas. En la medida en la que un deportista se acerca al momento de jugar es importante que las sesiones trabajen el cuerpo de manera global. Se trata más de optimizar y seleccionar sobre los movimientos concretos que se realizarán sobre el “verde” que sobre los propios grupos musculares. Aunque es igual de importante una cosa y la otra. Por eso el entrenamiento debe de ser más harmónico, hiperfuncional y con una exigencia metabólica elevadísima.
No olvidemos la hidratación. Pero tampoco el descanso.
El descanso es parte activa del propio entrenamiento, sin él, no obtendremos rendimiento y esto se traducirá en mal estar y lesiones.
Fuente: www.rugbyfuencarral.com