El yoga no solo es una práctica física, sino también un refugio para la mente. Cuando el día a día se vuelve agitado, unas pocas posturas pueden ser la clave para recuperar el equilibrio interior.
1. Tadasana (Postura de la Montaña)
Esta postura básica mejora la postura y la consciencia corporal. Al respirar profundamente, activa el sistema nervioso parasimpático.
2. Balasana (Postura del Niño)
Ideal para liberar la tensión en la espalda y el cuello. Se siente como un abrazo a uno mismo, reduciendo la ansiedad.

3. Adho Mukha Svanasana (Perro Boca Abajo)
Al estirar todo el cuerpo y abrir el pecho, aumenta el flujo de oxígeno, lo que calma la mente.
4. Trikonasana (Triángulo)
Fortalece la estabilidad mental al enfocarse en la alineación y la respiración.
5. Virabhadrasana II (Guerrero II)
Promueve la confianza y la fuerza interior, mientras la postura abre los hombros y la espalda.
6. Utkatasana (Silla)
Conecta el cuerpo con la respiración, mejorando la concentración.

7. Setu Bandhasana (Puente)
Al abrir la zona torácica, facilita la respiración profunda y la relajación.
8. Paschimottanasana (Flexión hacia Adelante sentado)
Reduce la tensión en la columna y calma el sistema nervioso.
9. Savasana (Postura del Cadáver)
Es el momento de integración; permite que el cuerpo absorba los beneficios y la mente se aquiete.

10. Pranayama (Respiración controlada)
Aunque no es una postura, su práctica complementa el yoga físico y es esencial para la salud mental.
Incorpora estas posturas en tu rutina diaria de 10 a 15 minutos y notarás una mejora visible en tu estado de ánimo y en tu capacidad para manejar el estrés. El yoga es una herramienta poderosa para cultivar la resiliencia emocional y mantener una mente clara y serena.





