Para los actores y actrices no bastan solo los dotes para desenvolverse delate de la cámara. Algunos papeles requieren desempeños físicos o, al menos, demandan conservar una silueta entrenada. Por este camino tuvo -y tiene- que transitar Emilia Clarke, la estrella de Game of Thrones.
La actriz trabajó arduamente siguiendo un régimen para mantenerse en forma y ganar resistencia para cumplir con las intensas horas de rodaje, que implican un importante esfuerzo para las escenas de acción.
James Duigan es el entrenador personal australiano detrás de su figura. Fue quien la preparó y asesoró durante años. Le programó una rutina de alimentación y actividad física.
Para el entrenador, el entrenamiento ideal consiste en hacer cuatro rondas de cinco ejercicios, incluyendo sentadillas, flexiones, saltos, zancadas y planchas isométricas. Con cuatro rondas de cada uno, el tiempo adecuado para cada ejercicio es de 40 segundos, con 20 de descanso en el medio. En tanto, el total de la rutina debe estar comprendida en alrededor de 25 minutos.
Entre las distintas modalidades destaca los entrenamientos de intervalos, usando el peso corporal por su eficiencia y valor para inducir al exceso de consumo de oxígeno post-ejercicio. También, el yoga y pilates, para ganar en equilibrio y fuerza, y sentirse renovado, consciente y energizado. En cualquier caso, recalca la importancia de la disciplina, de concentrarse al momento de entrenar y así cumplir cada ejercicio de la manera conveniente.
En particular, el especialista aconseja poner especial énfasis en la elongación tras la clase: «Un enfriamiento adecuado ayudará a reducir el dolor muscular después de un entrenamiento. Ayudará a empujar gradualmente el ácido láctico fuera de los músculos, mientras que permite que la sangre circule a través de su cuerpo y transporte nutrientes y oxígeno importantes a músculos y células, y asistir en el crecimiento y la reparación muscular».
Fuente: www.infobae.com