La conjuntivitis es una inflamación de la membrana transparente entre el párpado y el globo ocular. Esta membrana se llama conjuntiva. Cuando los pequeños vasos sanguíneos de la conjuntiva se hinchan e irritan, se hacen más visibles. Esto es lo que hace que la parte blanca del ojo se vuelva rojiza o de color rosa. La conjuntivitis también se conoce como “ojo rosado”.
Esta suele producirse por una infección viral. También puede producirse por una infección bacteriana, una reacción alérgica o, en el caso de los bebés, un conducto lacrimal que no está completamente abierto.
Aunque la conjuntivitis puede ser molesta, rara vez afecta la visión. Los tratamientos pueden ayudar a aliviar las molestias de la conjuntivitis. Como la conjuntivitis puede ser contagiosa, obtener un diagnóstico temprano y tomar algunas precauciones pueden limitar el contagio a otras personas.

Síntomas
Los síntomas más comunes de conjuntivitis son los siguientes:
- Enrojecimiento en uno o ambos ojos.
- Picazón en uno o ambos ojos.
- Sensación arenosa en uno o ambos ojos.
- Secreción en uno o ambos ojos que forma una costra durante la noche, la cual puede impedir que abras un ojo o ambos a la mañana.
- Lagrimeo.
- Sensibilidad a la luz, o fotofobia.
Cuándo debes ver a un médico
Existen afecciones oculares graves que pueden causar el enrojecimiento de los ojos. Estas afecciones pueden causar dolor ocular, sensación de tener algo en el ojo, visión borrosa y sensibilidad a la luz. Si tienes estos síntomas, busca atención de urgencias.
Las personas que usan lentes de contacto deben dejar de usarlas en cuanto aparezcan los síntomas de la conjuntivitis. Si los síntomas no empiezan a mejorar en un plazo de 12 a 24 horas, pide una cita médica con tu oftalmólogo para asegurarte de que no tienes una infección ocular más grave relacionada con el uso de lentes de contacto.

Causas
Las causas de la conjuntivitis incluyen:
- Virus.
- Bacterias.
- Alergias.
- Salpicadura de alguna sustancia química en el ojo.
- Cuerpo extraño en el ojo.
- En los recién nacidos, un conducto lagrimal obstruido.
Conjuntivitis viral y bacteriana
La mayoría de los casos de conjuntivitis se debe al adenovirus, pero también puede ser a causa de otros virus, como el virus del herpes simple y el virus de la varicela-zóster.
Tanto la conjuntivitis viral como la bacteriana pueden ocurrir junto con resfriados o síntomas de una infección respiratoria, como el dolor de garganta. El uso de lentes de contacto que no se limpian adecuadamente o que no son propios puede causar conjuntivitis bacteriana.
Ambos tipos son muy contagiosos. Se diseminan a través del contacto directo o indirecto con el líquido que drena del ojo de alguien infectado. Pueden estar afectados uno o ambos ojos.
Prevención
Cómo prevenir el contagio de la conjuntivitis
Practica buenos hábitos de higiene para controlar el contagio de la conjuntivitis. Por ejemplo:
- No te toques los ojos con las manos.
- Lávate las manos con frecuencia.
- Usa toallas de baño y de mano limpias todos los días.
- No compartas las toallas de baño ni las de mano.
- Cambia las fundas de la almohada con frecuencia.
- Descarta cosméticos antiguos para los ojos, tales como máscaras para pestañas.
- No compartas los cosméticos ni los artículos personales para el cuidado de los ojos.
Fuente: www.mayoclinic.org