La fórmula es simple. Un hogar organizado es igual a un hogar limpio, por lo que ser un acumulador nunca te ayudará a conseguir tus metas de orden. La clave para erradicar el desorden es desechar todo aquello que no funciona o necesitas. Empezar con un ambiente libre de elementos que no son parte de tu rutina diaria, te ayudará a conservar tus objetos preciados en óptimas condiciones y tus habitaciones en armonía.
Para que empieces a deshacerte de todo lo que no utilizas, preparamos una lista con piezas que seguramente tienes en tu vivienda acumulando polvo. Recuerda analizar qué debes tirar, reciclar o donar, para que no generes tanta basura.
- Escobas, recojedores o trapeadores en mal estado.
- Accesorios o cables del celular, televisor, computadora o videojuegos que ya no funcionan.
- Manuales de aparatos que ya no tienes.
- Recuerdos deportivos o de tus últimas vacaciones como imanes, llaveros, banderas, servilleteros, etcétera.
- Folletos o tickets del destino, museo, feria o festival al que asististe.
- Cualquier utensilio de cocina doblado, roto o quemado.
- Cajas de zapatos o cualquier otro electrodoméstico.
- Papeles de la escuela o trabajo que no utilices.
- Llaves que ya no van con las puertas de tu hogar o espacio laboral.
- Macetas vacias y sin futuros ocupantes.
- Ollas y sartenes que estén rayados.
- Ropa que no uses o te quede.
- Almohadas apelmasadas, toallas con pelusas o sábadas descosidas.
- Cupones vencidos, recibos de tiendas o publicidad.
Fuente: admexico.mx