“Queríamos poder ofrecer ropa elegante para la gente a la que le gusta el look smart pero que solo se puede permitir ahorrar para una prenda», explicó la directora creativa de Collina Strada, Hillary Taymour, a Vogue Runway a propósito de su colección otoño-invierno 2024/2025. Un encomiable propósito que también comparten desde Coach. La firma neoyorquina presentó una serie de looks en los que la sudadera con capucha rompía la tónica general: cada vez que aparecía una americana negra, oversize, y con las solapas de satén, asomaba una hoodie de color azul marino.
Si por el contrario, lo que se presentaba era una gabardina, la sudadera también hacía su aparición estelar. Lo mismo ocurría con los ‘maxi’ abrigos, amplios y pesados, o con los jerséis a modo de vestidos, que dejaban entrever la capucha de turno. En resumen: la prenda omnipresente de carácter deportivo se maridaba sin el menor ápice de rubor con otros elementos más elevados.
Una tendencia que no es nueva y cuya máxima representación son las zapatillas de deporte para contextos que nada tienen que ver con ejercitar el cuerpo y la mente. Y que desde hace unos años también se encuentra con tendencias como el ‘gorpcore’, que reivindica trasladar el equipamiento para escalar o hacer senderismo a nuestras ciudades.
Los primeros en hacerlo fueron los estadounidenses: la ciudad de Nueva York fue pionera en actualizar el look de oficina. Lo que en países como el nuestro podría parecer demasiado osado, allí se ponía en práctica a diario. Porque hablamos de la construcción de un estilismo que rompe con las normas establecidas y que se atreve a incluir elementos que nadie esperaría.
De esta manera, podrías llevar un traje sastre con unas deportivas e irías perfecta para ir a la oficina. Pero la reciente Semana de la moda de Nueva York nos ha confirmado que existe otro uniforme cómodo y elegante; el que proponen firmas como Coach pero que también ha hecho suyo el street style: consiste en hacer de la sudadera con capucha la prenda estrella del look para luego combinarla con americanas, abrigos o gabardinas oversize.
Así, como decía la fundadora de Collina Strada, solo necesitarás invertir en una pieza formal y el resto del estilismo podrá ser deportivo o más informal.
Otras posibilidades incluyen la sudadera de turno en el color de la temporada, el gris, que funciona como un buen layering, en el que también intervienen el jersey de pico y la cazadora ‘de padre’. De nuevo, tradición y vanguardia. Pero también, comodidad y sostenibilidad. Solo así podría vivirse la moda en 2024.
Fuente: https://www.vogue.es/
