La neumonía es una infección de los pulmones que afecta a los pequeños sacos de aire (alvéolos) y a los tejidos que los rodean.
- La neumonía es una de las causas de muerte más frecuentes en todo el mundo.
- El síntoma más frecuente de neumonía es una tos que produce esputo (moco espeso o coloreado).
- La neumonía se suele diagnosticar con una radiografía de tórax.
- A menudo se administran antibióticos para tratar la neumonía.
- A menudo, la neumonía es la enfermedad terminal que acaba causando la muerte en personas que tienen otras enfermedades graves y crónicas.
- Algunos tipos de neumonía se pueden prevenir mediante vacunación.
En Estados Unidos, millones de personas desarrollan neumonía cada año (excluyendo la neumonía causada por COVID-19). Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) informaron que en Estados Unidos, en el año 2020, más de 47 000 personas murieron de neumonía. La neumonía es la causa más común de muerte entre las infecciones que se desarrollan mientras el paciente permanece hospitalizado y es la causa general de muerte más común en los países con servicios médicos insuficientes. La neumonía es también una de las infecciones graves más frecuentes en niños y lactantes.
Causas de la neumonía
La neumonía está causada por diferentes microorganismos, incluyendo bacterias, virus, micobacterias, hongos y parásitos. Las neumonías bacterianas y víricas son mucho más frecuentes que las neumonías por rmicobacterias, hongos o parásitos. Los gérmenes causantes varían según la edad de la persona, su estado de salud y el lugar donde vive, entre otros factores. Puede participar más de un microorganismo. Por ejemplo, la gripe (una infección vírica) se complica a menudo por una neumonía bacteriana.
Las vías respiratorias y los pequeños sacos de los pulmones están constantemente expuestos a organismos microscópicos. La nariz y la garganta están llenas de bacterias y, a veces, de virus, y las personas inhalan regularmente pequeñas cantidades de estos microorganismos del aire o los aspiran del tubo digestivo, la boca o la garganta. Normalmente, estos microorganismos son eliminados fácilmente por los mecanismos de defensa de los pulmones, que incluyen
- El reflejo de la tos, que ayuda a expulsar la mucosidad y las sustancias extrañas
- Las células que recubren las vías aéreas pulmonares, que impiden que los microorganismos invadan los pulmones y que empujan el moco y las sustancias extrañas hacia arriba de manera que puedan ser expulsados al toser
- Las proteínas producidas por las células de los pulmones, que atacan a los microorganismos
- Los glóbulos blancos de los pulmones, que son parte del sistema inmunitario fisiológico y que también atacan a los microorganismos
Se desarrolla una neumonía cuando
- Los mecanismos de defensa no están funcionando correctamente.
- Se inhala una gran cantidad de bacterias que sobrepasan las defensas normales
- Se introduce un organismo especialmente virulento.
Por lo general, la neumonía comienza tras la aspiración pulmonar de microorganismos procedentes de las vías respiratorias altas, pero a veces la infección está causada por la inhalación de microorganismos procedentes del aire que son transportados a los pulmones a través del torrente sanguíneo o bien invaden los pulmones desde un lugar cercano donde hay una infección.
Tipos de neumonía
Es importante la ubicación del sujeto en el momento en el que se desarrolla la neumonía porque en diferentes contextos tienden a estar presentes diferentes organismos. Los microorganismos de algunos entornos, como los hospitales, suelen ser más peligrosos y habitualmente más resistentes a los antibióticos que los microorganismos presentes en otros entornos. Además, en algunos entornos las personas son más propensas a sufrir trastornos que las hacen más propensas a desarrollar una neumonía. Algunos tipos de neumonía incluyen
- Neumonía adquirida en la comunidad, que se desarrolla en las personas que viven en la comunidad
- Neumonías intrahospitalarias, que son infecciones contraídas en el hospital
La neumonía asociada a la atención sanitaria, que es una infección adquirida (contraída) en un centro sanitario distinto del hospital, como una residencia o un centro de diálisis, se considera una subcategoría de la neumonía adquirida en la comunidad porque es probable que los afectados sufran neumonía causada por los mismos microorganismos que pueden infectar a otras personas que viven en la comunidad.
Otros tipos de neumonía incluyen
- Neumonía por aspiración, que se produce cuando se aspiran grandes volúmenes de partículas (por ejemplo, la saliva, los alimentos o el vómito) y no son eliminadas de los pulmones. La neumonía por aspiración puede ocurrir en personas con dificultades para tragar, como las personas que han tenido accidentes cerebrovasculares, y en las personas con disminución del nivel de consciencia debido a los fármacos y sustancias ilegales sedantes, alcohol u otras razones.
- Neumonía obstructiva, que se produce cuando una obstrucción de las vías respiratorias en los pulmones (como un tumor) hace que las bacterias se acumulen por detrás de la obstrucción
Neumonía atípica o neumonía «errante» es un término no médico utilizado para describir un caso leve de neumonía adquirida en la comunidad que no requiere reposo en cama u hospitalización. Algunas personas pueden incluso sentirse lo suficientemente bien como para ir a trabajar y participar en otras actividades diarias.
Factores de riesgo de neumonía
Resulta muy importante evaluar si la neumonía se produce en una persona sana, o si esta se da en alguien con un sistema inmunitario deficiente. La persona con un sistema inmunitario debilitado es mucho más propensa a contraer neumonía, incluso la neumonía causada por bacterias y virus poco habituales, e incluso por hongos o parásitos. Además, una persona cuyo sistema inmunitario está debilitado probablemente no responderá tan bien al tratamiento como otra cuyo sistema inmunitario funcione correctamente. Los sujetos que pueden tener un sistema inmunitario deteriorado son aquellos que
- Están siendo tratados con ciertos medicamentos (como corticoesteroides o fármacos quimioterápicos)
- Padecen ciertas enfermedades, como el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) o diversos tipos de cáncer
- Los que poseen un sistema inmunitario poco desarrollado, como es el caso de los recién nacidos y los niños pequeños
- Tienen un sistema inmunitario deteriorado por una enfermedad grave
La neumonía puede aparecer después de una intervención quirúrgica, especialmente si es abdominal, o de un traumatismo, sobre todo después de una lesión del tórax, dado que a causa del dolor que aparece en tales circunstancias a la persona le resulta más difícil respirar con profundidad y toser. Si el sujeto no respira profundamente y tose, los microorganismos tienen más probabilidades de permanecer en los pulmones y causar infección. Otras personas que no respiran con profundidad y tosen frecuentemente son las personas debilitadas, postradas en la cama, paralizadas, o inconscientes. Estas personas también están en riesgo de neumonía.
Otras circunstancias que predisponen a la neumonía son el alcoholismo, el tabaquismo o el vapeo, la diabetes, la insuficiencia cardíaca, la edad avanzada (por ejemplo, ser mayor de 65 años) y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, dado que dichas circunstancias debilitan los mecanismos de defensa de los pulmones o el sistema inmunitario.
Síntomas de la neumonía
El síntoma más característico de la neumonía es
- Tos que produce esputo (moco espeso o con una coloración inusual)
Otros síntomas habituales de neumonía son
- Dolor torácico
- Escalofríos
- Fiebre
- Dificultad respiratoria
Sin embargo, estos síntomas pueden variar dependiendo de la extensión de pulmón infectada y del microorganismo que los esté causando.
A veces, las personas que sufren neumonía presentan síntomas digestivos como náuseas, diarrea y pérdida de apetito (anorexia).
Los síntomas varían aún más en niños y ancianos. Puede que no aparezca fiebre. Respecto al dolor torácico, es posible que no aparezca o que los pacientes no sean capaces de comunicar que lo tienen. A veces el único síntoma es una respiración rápida o un rechazo del alimento de forma repentina. En los lactantes y niños pequeños, la tos puede no producir esputo. A veces, la confusión repentina puede ser el único signo de neumonía en una persona mayor.
Complicaciones de la neumonía
Entre las complicaciones más frecuentes se incluyen
- Los niveles bajos de oxígeno en el torrente sanguíneo
- Estado de tensión arterial baja potencialmente mortal
- Absceso pulmonar o empiema
- Lesión pulmonar grave (síndrome de dificultad respiratoria aguda [SDRA])
Una neumonía grave impide que el oxígeno llegue al torrente sanguíneo, provocando que la persona sienta ahogo (disnea). Los niveles bajos de oxígeno son potencialmente mortales.
El microorganismo que causa la neumonía puede entrar en el torrente sanguíneo, o la respuesta del organismo a la infección puede ser excesiva, lo que resulta en una disminución de la tensión arterial que puede ser peligrosa para la vida, una enfermedad llamada sepsis.
Algunas neumonías pueden derivar en la formación de un absceso pulmonar o un empiema. Un absceso es una acumulación de pus. Se forma un absceso pulmonar cuando una pequeña área del pulmón muere y se produce una colección de pus en su lugar. Un empiema es una acumulación de pus en el espacio comprendido entre el pulmón y la pared torácica.
Una infección masiva o una inflamación excesiva en respuesta a la infección pueden causar lesiones graves en los pulmones, que pueden manifestarse como síndrome de dificultad respiratoria agudo (SDRA). El síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) provoca dificultad respiratoria, generalmente con una respiración rápida y superficial. Las personas con SDRA por lo general requieren apoyo respiratorio con un ventilador mecánico durante un período prolongado de tiempo.
Diagnóstico de la neumonía
- Generalmente una radiografía de tórax, pero algunas veces una tomografía computarizada (TC) torácica
- A veces pruebas para identificar el microorganismo causante de la neumonía
El médico detecta la presencia de neumonía mediante la auscultación del tórax con un fonendoscopio. Los sonidos que produce la neumonía son característicos. Estos ruidos anormales son consecuencia del estrechamiento o el cierre de las vías respiratorias o porque la zona de los pulmones, normalmente llena de aire, se carga con células inflamatorias y líquidos, proceso denominado consolidación. En la mayoría de los casos, el diagnóstico de neumonía se confirma con una radiografía de tórax, si bien algunas veces se solicita una tomografía computarizada (TC) del tórax. Es posible que los médicos decidan tratar los casos leves basándose en los síntomas y en los resultados de la exploración clínica.
En las personas que están lo bastante enfermas para ser hospitalizadas, los médicos suelen obtener muestras para el análisis de esputo, sangre y orina con el propósito de identificar el microorganismo causante de la neumonía. En las personas gravemente enfermas, en las que sufren un problema diagnosticado del sistema inmunitario o cuando se busca detectar determinados microorganismos inhabituales, a veces los médicos obtendrán muestras de esputo sometiendo a la persona afectada a la inhalación de un aerosol que la haga toser profundamente (producción de esputo inducida) o introduciendo un broncoscopio (un tubo pequeño y flexible equipado con una cámara) en las vías respiratorias. Las muestras de esputo obtenidas mediante la inducción de la tos, y en particular las obtenidas con un broncoscopio, contendrán probablemente menor cantidad de saliva que las muestras de esputo expectorado y es probable que permitan una mejor identificación del microorganismo causante de la neumonía en los cultivos.
Es particularmente importante que el médico identifique el microorganismo causante de la neumonía cuando el paciente está gravemente enfermo, no tiene un sistema inmunitario normal o no responde bien al tratamiento. Sin embargo, a pesar de estas pruebas, en la mayoría de las personas que tienen neumonía no se puede identificar de manera concluyente el germen que la causa.
Fuente: www.msdmanuals.com