¿Qué es la Artrosis?
Es una enfermedad de las articulaciones relacionada con el desgaste de un tejido, el cartílago hialino, que recubre las superficies de los extremos de los huesos que forman una articulación y que sirve para amortiguar la carga y el roce que se produce con el movimiento. Cuando se presenta la enfermedad el cartílago se va desgastando y pierde esa capacidad amortiguadora, pudiendo incluso desaparecer, lo que produce dolor y los síntomas antes mencionados. Habitualmente afecta a la columna cervical y lumbar, hombro, dedos de la mano, cadera rodilla y dedo gordo del pie.
El dolor es a veces difícil de definir, lo que pone en apuros a la hora de responder a las preguntas del médico (¿cómo es?: Como si apretaran, como una quemadura, ¿escozor? ¿cómo un pinchazo? ….) y mal localizado. Se suele producir al mover la articulación afectada y al principio generalmente empeora con el transcurso del día, aunque al avanzar la degeneración de la articulación puede aparecer en reposo o durante el descanso nocturno. Y, aunque alguna encuesta señala que un 70% de pacientes refieren que con el cambio de tiempo aumenta su dolor, los estudios que se han hecho para comprobar si es una realidad y si existe una causa que lo justifique, no han llegado a dar nada concluyente.
También puede presentarse alteración de la forma de las articulaciones, con ensanchamiento de los huesos de la articulación y desviación del alineamiento que normalmente mantienen. Se acompaña de disminución del grado de movimiento, dolor a la presión, chasquidos y crepitación.
Algunos tipos de artrosis se han relacionado con factores genéticos y su presencia es más frecuente con la edad y con circunstancias que implican sobrecarga de las articulaciones; como obesidad, actividades laborales que den lugar a uso prolongado y repetido de las articulaciones, actividad física de competición, lesiones de las articulaciones, alteraciones de alineación de las mismas…
¿Qué hacemos para prevenir?
La prevención de la artrosis está relacionada con los factores de sobrecarga de las articulaciones y con los hábitos de vida saludable:
No fumar
En principio puede parecer que no hay relación entre artrosis y el hábito tabáquico pero el tabaco genera los denominados radicales libres, que son sustancias que provocan inflamación y que en el caso de que ya exista pueden agravarla. En la artrosis el desgaste articular de por sí provoca episodios de inflamación de grado variable. Además, el tabaco provoca un menor aporte de oxígeno a los tejidos, lo que disminuye su capacidad de regeneración.
No consumir bebidas alcohólicas
El consumo de bebidas alcohólicas, incluso moderado, se ha relacionado con un incremento de los síntomas de la artrosis de manos. En base a ello se recomienda evitar su consumo.
Evitar el sobrepeso
Como hemos comentado, un exceso de peso y sobre todo en grado de obesidad, sobrecarga las articulaciones y potencia su desgaste. Por ejemplo, un sobrepeso de medio kilo de peso corporal supone un incremento de carga a soportar por las rodillas equivalente a 1-2 kg de más.
Hacer ejercicio
Haga ejercicio, dentro de los límites recomendados para mantener una buena salud. Ayuda a mantener un peso corporal correcto, pero además mantiene un buen tono muscular que ayuda a evitar la sobrecarga de las articulaciones.
Fuente: www.dedicae.es