1. Alimentación rica en nutrientes
Una dieta equilibrada, abundante en frutas, verduras de colores variados, granos enteros y leguminosas, aporta antioxidantes (betacaroteno, selenio, vitamina C) que combaten los radicales libres asociados al cáncer. Evita grasas saturadas, jugos azucarados, alimentos ultraprocesados y carnes rojas en exceso.
- Incluye té verde, cúrcuma, aceite de oliva, frutos secos y semillas, alimentos con propiedades anticancerígenas.
- Incrementar la fibra en la dieta puede disminuir el riesgo de cáncer de mama en un 8%
2. Mantén un peso saludable y sé activo
Evitar sobrepeso y sedentarismo reduce hasta un 30 % el riesgo de varios cánceres, además de beneficiar el sistema inmunológico y regular hormonas .
- Apunta a al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado (caminar, nadar) o 75 minutos de actividad vigorosa.
- Combina ejercicios aeróbicos con entrenamiento de fuerza.
3. Elimina tabaco y reduce alcohol
Fumar está relacionado con más de una docena de tipos de cáncer (pulmón, boca, vejiga, páncreas, mama). El alcohol, incluso en consumo moderado, vira el riesgo de cáncer de mama, hígado, esófago; lo ideal: abstención o consumo muy limitado .

4. Protección solar y prevención de exposición
La radiación UV es una causa evitable de cáncer de piel. Usa protector solar SPF 30+, reaplícalo cada 2‑3 horas, usa sombrero, y evita el sol directo entre 10 a.m. y 4 p.m.
5. Vacunas y detección temprana
- Vacúnate contra VPH (Virus del Papiloma Humano) y hepatitis B, vinculados a cáncer de cuello uterino y hígado.
- Realiza autoexploraciones regulares (especialmente mamas) y mamografías anuales o bienales a partir de los 40 años o según antecedentes familiares.
- Acude a chequeos médicos periódicos; la detección temprana aumenta significativamente las posibilidades de curación .
6. Sueño, gestión del estrés y emociones
Dormir 7‑8 horas y manejar el estrés —mediante respiración, meditación, yoga, redes de apoyo— fortalece el sistema inmunitario y regula el cuerpo .
Fuente: www.jhcentrosol.org