Una de las características más atrayentes de un niño pequeño es la tersura y suavidad de su piel. Es más, ese resplandor que les ilumina da la sensación de que brota de su interior. Por regla general, ese halo natural se va difuminando a medida que nos hacemos mayores, pero hay personas que, por muchos años que pasen, siguen desprendiéndolo en todo momento. Y si no, que se lo pregunten a Jennifer Lopez.
Los genes y unos buenos hábitos diarios, en los que no pueden faltar una alimentación rica y variada, con muchas frutas y verduras, y dormir en condiciones, son fundamentales. Pero también hay trucos de maquillaje y rituales de belleza que hacen que esos rostros afortunados deslumbren en todo momento. Estos son los trucos que nunca fallan:
1. Buen estado: “Para conseguir un efecto ‘cutis de bebé’ lo fundamental es el estado de la piel, que debe estar hidratada y cuidada. Para ello, comenzamos aplicando una hidratante que potencie la luz desde el interior”.
2. Imperceptible: A continuación hay que aplicar la base de maquillaje. La clave está, según Prince, en que “aporte una cobertura sutil y deje un acabado sedoso” para tener un aspecto descansado. Pero advierte que “es muy importante no excedernos con la cobertura si queremos mantener una tez fresca”.
3. Rosetones: Otro de sus trucos consiste en “aportar rubor en las mejillas con un blush rosado en polvo o en líquido. Hay que aplicarlo en la zona más prominente de los pómulos, a base de toquecitos y de forma circular”.
4. El punto clave: Los labios son fundamentales para tener un aspecto juvenil. Para ello va bien, en opinión de Prince, “utilizar un tono ligeramente rosado y acabar con un plus de brillo por encima”
5. Un extra: La clave para aumentar la luminosidad consiste, según el experto, “en añadir toques de iluminador en los ángulos del rostro, incidiendo en el pómulo, el tabique nasal y, especialmente, en el arco de Cupido de los labios”.
Fuente: www.vanitatis.elconfidencial.com