En un mundo dominado por la inteligencia digital y artificial, ¿Qué es más primordial que el instinto? La colección de Prada para el próximo invierno parte de esta premisa de explorar la humanidad en sus aspectos más inmediatos y salvajes, que se reflejan en el uso de pieles, como las de oveja que se llevan desnudas sobre el cuerpo o aparentemente colocadas sobre abrigos.
«En esta colección decidimos hacer lo que nos parecía correcto, partiendo del concepto de instinto de salvación y de permanecer apegados a nuestra humanidad, que aplicamos – dice Miuccia Prada entre bastidores después del desfile, hablando del trabajo realizado con Raf Simons – incluso en el mundo del trabajo: nos gusta este intento de liberar la espontaneidad».
Instinto no significa ausencia de pensamiento, todo lo contrario: «Dicen que las mujeres piensan instintivamente, pero yo siempre he pensado que el instinto – continúa Miuccia Prada – es como tu ordenador interno, es la respuesta más perfecta que puedes dar, lo que sostiene lógica y cultura juntas.
El instinto no es hacer al azar, es la respuesta de lo que eres, de lo que has visto, leído, estudiado y experimentado».
El instinto se convierte así en el filtro para llegar a la esencia, necesario también para «estimular el bien, para mantener las ideas y las pasiones».
El romanticismo, por tanto, no se entiende en un sentido débil, sino «como algo emocional e inmediato, una creatividad sin demasiadas reflexiones, como algo profundamente humano».
Como es humano vestirse, creando encuentros entre ideas que, como siempre en Prada, se combinan – añade Raf Simons – «de una manera insólita y nueva».
Se ve el chaleco de piel de oveja debajo de la camisa, los pantalones sastre combinados con botas texanas, el abrigo de tweed con el cuello de piel sin rematar, como si viniera de recuerdos de un pasado lejano, combinados con el pijama de popelín blanco, la camiseta de manga corta una talla más pequeña y la camisa de cuadros, la camiseta con estampado de flores y el traje sastre impecable, la chaqueta usada sobre pecho desnudo, pero con una flor de tela en la solapa, la campera bomber de nailon con piel y prendas de punto con amuletos metálicos.
Y luego están los patchworks de cuero de chaquetas y pantalones y las florcitas de las botas duras, la bata-abrigo y los pantalones deportivos de raso, en una exploración de contrastes que continúa con el decorado del desfile, donde una estructura de tubos Innocenti contrasta con una suave alfombra estampada, creando pequeños salones íntimos y acogedores en el enorme espacio industrial de la Fundación.
Prada es fiel reflejo del Made in Italy de excelencia.
Fundada por Mario Prada en 1913 como Fratelli Prada, la firma dio un giro radical con la llegada a la gerencia de Miuccia Prada, nieta del fundador, en 1978.
Bajo la dirección de Miuccia, lo que era un negocio local de piel y cuero, se convirtió en pocos años en una firma internacional.
La primera colección pret-a-porter de Prada fue presentada en la temporada otoño-invierno de 1989.
Fuente: https://ansabrasil.com.br
