Entre las nuevas tendencias decorativas que han llegado con fuerza en los últimos meses, el effortless chic es una de las que ha reunido más adeptos en menos tiempo. El motivo de su éxito lo explica su propio nombre, ya que, effortless significa ‘con menos esfuerzo’ y chic, ya sabemos lo que quiere decir: glamuroso, coqueto, con un toque divertido…
En pocas palabras, este es un estilo que supone decorar con gracia y con buenas ideas, pero haciendo que parezca que todo es casual y que no te ha costado nada tener esa estancia tan bonita y original, ¿quieres saber cómo se consigue? Descubre en este artículo de un Cómo qué es el effortless chic e ideas de decoración para llevarlo a la práctica.
Qué es el effortless chic
En decoración, el effortless chic es un estilo muy particular porque en él predominan los elementos naturales, que contribuyen a crear un ambiente cómodo y relajado, pero con un punto de discreta originalidad y sofisticación. Su objetivo es crear entornos muy personales, pero sin recargar con elementos innecesarios y huyendo de las posibles imposiciones de la moda.
Menos esfuerzo, ¡esa es la idea!, por lo que, una habitación decorada siguiendo máximas de effortless chic resulta confortable desde el minuto uno, sin que tengas que hacer nada excepcional para que luzca tan bonita como acogedora. Aquí nada parece quedar fuera de lugar y los contrastes son bienvenidos, pero ¡ojo! Aunque parezca que esos originales detalles son pura casualidad, no es cierto. Todo está más que estudiado para que, con muy poco, tu casa desprenda confort y personalidad propia.
Tonos neutros y un punto de contraste
El effortless chic es, ante todo, un estilo ecléctico, que toma elementos de otras tendencias decorativas. Tiene importantes puntos en común con la decoración nihilista y con el estilo nórdico, aunque no es exactamente lo mismo. Comparte con estas dos tendencias la idea de que han de prevalecer las líneas simples y también los tonos neutros a la hora de elegir pintura para las paredes.
El blanco es uno de los colores protagonistas, pero también los grises suaves o los tonos arena son favoritos de este estilo. Prevalecen para aportar amplitud y también para que, prácticamente, cualquier detalle decorativo vaya bien con ellos, creando bonitos contrastes sin esfuerzo. Por ejemplo, en una pared blanca, podrías poner, en lugar del clásico cuadro, un bonito tapiz hecho en fibra natural o, si lo prefieres, un espejo en el suelo y apoyado en ella (sin colgar, como que está ahí por casualidad). ¿Un sofá en rojo o azul intenso, o, tal vez, uno con tapizado patchwork? Resaltarán perfectamente sobre la discreta pared.
Sencillez con un elemento ‘estrella’
En este estilo decorativo no puede faltar ese toque chic que lo hace tan especial. La idea es que lo más sencillo prevalezca, pero con algún elemento que capte todas las miradas sin pretenderlo.
Pueden ser mil cosas: un original cabecero de la cama que destaque en un sobrio dormitorio, unos sillones de mimbre que deberían estar en la terraza, pero que, ‘casualmente’, están en un rincón del salón, un taburete en lugar de la clásica mesilla de noche, una gran escultura de madera tallada como soporte de una mesa de cristal, una antigua cómoda art decó en el recibidor o una lámpara ‘sesentera’ para un toque de lo más ye – yé.
Personalizar cada estancia es sencillo con este estilo, porque el effortless chic lo admite casi todo, siempre que lo enmarques en un contexto de líneas sobrias y que sepas colocarlo en el lugar idóneo, como si siempre hubiese estado ahí.
Armonía con un punto de desorden
Ese estudiado desorden es parte del encanto de este estilo que busca sorprender con objetos, aparentemente fuera de lugar, pero que, como por arte de magia, quedan genial donde están. Unos cojines de distintos colores colocados de manera aleatoria en el sofá, unos divertidos pufs en la mesa baja del salón, o quizá un jarrón chino en la encimera de la cocina.
Las mezclas ‘imposibles’ son una de las claves del effortless chic, un estilo en el que un toque de atrevimiento resulta indispensable. ¿Una clásica mesa de comedor con seis sillas, pero cada una distinta a la otra y que el conjunto resulte armonioso? ¡Eso es effortless chic!
Reciclaje y vintage: palabras clave
Decorar y crear tu propio estilo con lo que ya tengas, sin excesivo esfuerzo y sacando partido a esos elementos decorativos que están a tu alcance, es una de las premisas de esta tendencia que logra un resultado único e innovador aprovechando los más diversos objetos.
Las cosas no se desechan, se recuperan sacando lo mejor de ellas. El interiorismo cobra especial importancia a la hora de renovar puertas, suelos o cerramientos. Como ejemplos: una antigua puerta de madera o unas originales contraventanas no se cambian por otras, sino que se pintan, barnizan o lacan como genial idea para un toque de color en cualquier estancia. Lo mismo ocurre con un suelo de antiguas baldosas, con las vigas que puede haber en el techo, o con un viejo mueble que se puede aprovechar o incluso dar un nuevo uso.
Ambiente relajado basado en lo natural
Si algo busca la decoración effortless chic es conseguir entornos agradables que inviten al relax en cualquier estancia de la casa. Por eso, las estridencias en cuanto a formas y colores están fuera de lugar. Líneas simples y modernas, unidas al uso de materiales lo más naturales posible, ayudan a lograrlo.
Tejidos como el lino para los textiles del hogar, alfombras de fibra natural, agradables lanas en esos cojines y mantas ‘descolocadas’, alguna planta… detalles que contribuyen a proporcionar bienestar con el mínimo esfuerzo.
Ahora que ya conoces el effortless chic, no te pierdas estos otros artículos sobre los Estilos de decoración de interiores y las Ideas de decoración de estilo nórdico.
Fuente: www.mundodeportivo.com
