El cuerpo de verano se hace en invierno pero, aunque cueste, en los meses de vacaciones necesitamos mantener también nuestras rutinas fitness, es decir, practicar algo de ejercicio físico de forma habitual y llevar una dieta lo más sana posible. Algo que no es nada fácil cuando el calor aprieta y lo que apetece es desconectar de aquello que hacemos durante todo el año, lo que hace que corramos el riesgo de perder nuestras costumbres saludables y, también, esa silueta que tanto trabajo nos ha costado conseguir.
Para que podamos mantener nuestros hábitos sin que suponga un sufrimiento, nos proponen:
Siempre que puedas, bebe agua. No hay que esperar a tener sed para beber (sobre todo en el caso de los niños y mayores) y tampoco hay que abusar de bebidas alcohólicas o azucaradas, porque deshidratan. En su lugar, toma limonadas, infusiones frías afrutadas, té kombucha, granizados de frutas.
Escucha a tu cuerpo. Es normal que, con el calor, tengamos menos apetito, pero no siempre nos damos cuenta porque nos dejamos llevar por la inercia. El verano es un buen momento para empezar con el mindful eating porque en general estamos más relajados. Tómate un tiempo para comer de manera consciente, disfrutando de cómo se despiertan todos los sentidos cuando estamos en la mesa.
Entre semana, respeta los horarios. Con las vacaciones, las comidas fuera de casa y las reuniones con familiares y amigos se hace difícil respetar los horarios a los que el cuerpo está habituado. Al menos entre semana, intenta cenar pronto y dejar pasar un par de horas antes de meterte en la cama.
Deporte solo o en familia. Aprovechar esta época para mantenerte activo con de actividades que te saquen del día a día. Caminar por la playa, natación, senderismo y todo tipo de deportes acuáticos te permitirá liberar endorfinas y huir del estrés de una manera diferente y divertida.
Abusa de las brasas. En esta época del año en la que solemos acercarnos al mar y abundan los pescados azules, abusa de las brasas para evitar los fritos, rebozados y empanados y beneficiarte de sus propiedades, ya que son fuente de ácidos grasos Omega 3, ricos en proteínas, fósforo y yodo. Si tienes una barbacoa, hazla más saludable y elige carnes magras, pescados y verduras, y evita consumir carnes más grasas como panceta, morcilla, chorizo o chuletas.
La fruta, el mejor postre. Sobre todo, las que tienen un alto contenido en agua como la sandía y el melón. Elige siempre frutas de temporada.
Fuente: www.elmundo.es