Cualquier tipo de actividad física regular puede mejorar tu estado físico y tu salud, incluso caminar, subir escaleras o cortar el césped. Lo más importante es que te mantengas en movimiento.
4 beneficios de la actividad física
Mantenerse físicamente activo puede ayudar con lo siguiente:
- Mantener un peso saludable. Ten en cuenta que el peso saludable de cada persona es diferente: depende de la estatura y el tamaño corporal. Pregúntale a tu pediatra cuál es el peso saludable para ti.
- Prevenir enfermedades cardíacas. Las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte en los Estados Unidos. Las investigaciones demostraron que los factores de riesgo de las enfermedades cardíacas empiezan durante la infancia. La falta de actividad física es uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades cardíacas.
- Fortalecer los huesos. El ejercicio regular mantiene los huesos sanos y puede ayudar a prevenir una enfermedad ósea llamada osteoporosis. Esta enfermedad es común en las personas mayores y hace que los huesos se rompan con facilidad.
- Reducir el estrés. Todas las personas tienen estrés, pero aprender a manejarlo es una forma importante de mantenerse saludable. Muchas cosas pueden causar estrés, como, por ejemplo, los problemas con los padres o los amigos, o las presiones de la escuela. Los cambios en la vida, tales como mudarse a un nuevo hogar o romper el vínculo con una persona, también pueden causar estrés. El ejercicio puede ayudar a que te relajes y ayuda al cuerpo a manejar el estrés.
Conoce los puntos básicos: tipos de estado físico
Para estar en forma, podría resultarte útil trabajar todos los aspectos del estado físico, incluidos los siguientes:
- Resistencia física. Es la capacidad del corazón, los pulmones y los vasos sanguíneos para suministrar oxígeno y nutrientes a todo el cuerpo. Cuando haces ejercicio, respiras más fuerte y el corazón late más rápido. Estos cambios ayudan al cuerpo a obtener el oxígeno que necesita. Si no estás en forma, el corazón y los pulmones tienen que trabajar más duro, incluso durante actividades cotidianas, como subir escaleras. Algunos ejemplos de actividades aeróbicas son jugar al baloncesto, correr y nadar.
- Fuerza y resistencia muscular. Este tipo de estado físico es la cantidad de trabajo y tiempo que los músculos pueden realizar una determinada actividad antes de cansarse. Cuanto más en forma estés, más tiempo podrás practicar un deporte, hacer ejercicio o realizar otras actividades antes de tener que detenerte.
- Flexibilidad. Es la capacidad de mover y estirar las articulaciones, los ligamentos y los músculos en toda la amplitud de movimiento. Por ejemplo, las personas con buena flexibilidad pueden agacharse fácilmente y tocar el suelo.
Haz de la actividad física una parte rutinaria de tu vida
La actividad física debe ser una parte regular de tu día, como cepillarse los dientes, comer y dormir. Puede ser en la clase de gimnasia, uniéndote a un equipo deportivo o haciendo ejercicio por tu cuenta. Ten en cuenta los siguientes consejos:
- Mantente positivo y diviértete. Tener una buena actitud mental es importante. Encuentra una actividad que disfrutes. Pídele a un amigo o a un familiar que te acompañe.
- Da un paso a la vez. Los pequeños cambios pueden mejorar tu estado físico. Por ejemplo, puedes caminar, andar en bicicleta o subir por las escaleras siempre que sea posible.
- Haz que tu corazón bombee. Independientemente de lo que elijas, asegúrate de que incluya actividad aeróbica que te haga respirar más fuerte y aumentar tu frecuencia cardíaca. Algunos ejemplos de actividades aeróbicas son jugar al baloncesto, correr o nadar.
Fuente: www.healthychildren.org