El bótox es un tratamiento popular muy conocido en el mundo médico estético, pero ¿qué es el baby bótox y para qué sirve?
Muchas veces hemos escuchado que el tratamiento del bótox está indicado para pacientes en edades un poco más avanzadas con signos de envejecimiento. Para pacientes más jóvenes que quieren prevenir la aparición de estos signos, existe el baby bótox.
¿Qué es el baby bótox?
Consiste en la aplicación de la toxina botulínica (bótox) pero en microdosis, es decir, en mucha menos cantidad que en los tratamientos usuales de bótox.
Está indicado para pieles jóvenes y evitar así la formación de arrugas y líneas de expresión. Como resultado, esta técnica consigue una tez mucho más uniforme manteniendo la expresión natural.
¿Para qué sirve el baby bótox?
En cuanto al tratamiento, esta técnica no requiere del uso de anestesia, no deja cicatrices y es un procedimiento totalmente ambulatorio. El baby bótox consiste en inyectar a través de una aguja fina, una pequeña cantidad de toxina en los músculos del rostro cuya actividad es excesiva para relajar, difuminar y prevenir las arrugas.
¿Cuál es su principal diferencia con el tratamiento tradicional del bótox?
Como bien hemos indicado, el baby bótox es un tratamiento preventivo que consiste en la aplicación de “micro dosis” de bótox en la piel para evitar la aparición de nuevas arrugas y líneas de expresión.
Duración y resultados
La duración del tratamiento dependerá de cada paciente, lo habitual es que sea entre cuatro y seis meses. Para este momento es recomendable repetir el tratamiento y potenciar los resultados a largo plazo.
La toxina actúa educando a los músculos para que se contraigan con menor fuerza y así, suavizar las arrugas. Este protocolo consiste básicamente en prevenir la formación de arrugas en vez de corregirlas cuando estas ya están marcadas en la piel.
Fuente: www.rusinol.com