La glucosa es un sustrato que en niveles normales es necesaria para aportar energía al organismo. Pero en concentraciones altas, a largo plazo puede dañar vasos sanguíneos y nervios, y afectar numerosos órganos, incluyendo corazón, riñones y cerebro.
La Asociación Americana de la Diabetes aconseja a partir de los 35 años y, en especial, si se tiene sobrepeso u otros factores de riesgo como, hipertensión y niveles altos de colesterol y triglicéridos; realizar un examen de sangre para saber cómo están tus valores de glucemia y detectar un diagnóstico de prediabetes o diabetes tipo 2.
Ten en cuenta que la diabetes tipo 2 puede tardar años en ser diagnosticada, ya que los síntomas pueden aparecer gradualmente, por eso es importante escuchar las señales que puede dar el cuerpo a fin de reconocer posibles signos incipientes de la enfermedad y tratarla lo antes posible.
Cómo se siente el cuerpo cuando sube la glucosa
La glucosa en sangre no sólo puede subir en personas con diabetes, hay otras condiciones que también pueden provocar un aumento de azúcar como, el período de menstruación o de menopausia, el estrés físico o emocional, entre otros factores.
Pero en las personas con diabetes, los llamados picos de glucosa son más factibles si no se trata adecuadamente la enfermedad.
Ahora bien, al comienzo de la enfermedad los síntomas son poco específicos y aparecen de forma gradual en el caso de diabetes tipo 2, no así si se trata de diabetes tipo 1.
De este modo, la clave es prestar atención a nuestro cuerpo. Éste habla, pero a veces no escuchamos sus señales. Por lo tanto, si alguno de estos síntomas empiezan a manifestarse con más frecuencia, acude a tu médico para que te examine y pueda detectar si se trata de diabetes.
Conoce cuáles son los 10 síntomas que puede manifestar el cuerpo si tienes la glucosa alta, a fin de tener un diagnóstico y tratamiento tempranos que ayude a prevenir las complicaciones de la diabetes:
1- Aumento de la sed.
2- Sequedad en la boca.
3- Visión borrosa.
4- Piel seca.
5- Fatiga o cansancio.
6- Aumento de micciones o necesidad de levantarse en la noche más de lo habitual para orinar.
7- Pérdida de peso involuntario.
8- Hormigueo o entumecimiento en las manos o los pies.
9- Encías rojas, inflamadas y sensibles.
10- Llagas de curación lenta o infecciones frecuentes.
Cómo bajar el nivel de glucosa en la sangre rápidamente
Cuando el cuerpo no puede transportar de forma eficaz la glucosa hacia las células, se produce un aumento en los niveles de azúcar en sangre.
Por tal razón, las personas con diabetes están más expuestas a tener un pico de glucosa. En ese caso, ten en cuenta estos consejos fáciles y de rápida acción sobre los valores de azúcar en sangre y tómalos como parte de tus hábitos saludables para mejorar el perfil glucémico y tu calidad de vida:
#Plan de alimentación
Es clave mantener el plan de comidas indicado por el médico para tratar de bajar los niveles de glucosa por medio de una alimentación saludable y controlar la cantidad de porciones que se comen.
Ten en cuenta de evitar o bien minimizar el consumo de alimentos ricos en almidón o azúcares simples (carbohidratos), ya que el cuerpo transforma los hidratos de carbono principalmente en glucosa y luego la hormona insulina hace que se mueva hacia las células.
Un consumo elevado de estos carbohidratos o problemas con la función de la insulina, puede provocar una falla en dicho proceso y aumentar los niveles de la glucosa en sangre.
En cambio, los especialistas sugieren aumentar el consumo de fibra dietética. Hay dos clases de fibra: insoluble y soluble. Las dos son necesarias, pero en particular se demostró la eficacia de la variante soluble para reducir la glucosa en sangre.
La fibra regula la digestión de los hidratos de carbono y la absorción de azúcar. De esta manera es que contribuye a que los niveles de la glucosa aumenten gradualmente.
Un aporte adecuado de fibra dietética, puedes encontrarlo de forma abundante en cereales, leguminosas, verduras y frutas.
Asimismo, cuando los niveles de glucosa en sangre se encuentran altos, es conveniente tomar abundante agua.
El agua ayuda a controlar el perfil glucémico, evitando una deshidratación y mejorando la función de los riñones para que drenen el exceso de azúcar en la sangre a través de la orina.
Por esta razón, siempre es una buena idea beber abundante líquido aunque no tengas un pico de glucosa.
#Toma la medicación y controla otros factores de riesgo
En caso de ser necesario, el médico indica un tratamiento farmacológico además de las recomendaciones en cuanto a la alimentación.
En ese caso, si tienes un aumento de la glucosa controla si la dosis de insulina u otra medicación es la correcta.
Además, ten en cuenta si no has cambiado de fármaco recientemente, o si puede estar relacionado con una nueva medicación para controlar la tensión arterial alta o el nivel de colesterol y triglicéridos elevados. En tal caso, no dejes de comentarle a tu médico de inmediato.
#Aumenta la regularidad del ejercicio físico y mantén un peso saludable
Ten en cuenta que el sobrepeso es un factor de riesgo de la diabetes. Por eso, es necesario mantener un peso saludable para evitar, justamente, que aumente la glucosa.
En este sentido, hacer ejercicio físico no sólo ayuda a perder peso, sino que aumenta la sensibilidad de la insulina. Un uso favorable de esta hormona significa que las células puedan usar mejor la glucosa (azúcar) disponible en la sangre.
Asimismo, la actividad deportiva ayuda a que los músculos usen adecuadamente el azúcar en sangre para tener energía y mejorar la contracción muscular.
Por tal razón, para bajar los niveles de glucosa o bien mantenerlos dentro de un rango saludable, es aconsejable realizar actividad física regular. En particular, es necesario hacer ejercicio aeróbico, mínimo 150 minutos a la semana. Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.
Fuente: www.mundodeportivo.com