El ácido salicílico es uno de los ingredientes estrella en la cosmética porque ayuda a combatir el acné. Se ha testado y es uno de los ingredientes con más eficacia demostrada para aliviar algunos problemas cutáneos. Sus beneficios para la piel son sobre todo los relacionados con la disminución del aspecto de las imperfecciones faciales o la prevención para la aparición de puntos negros.
Origen de este ácido
El ácido salicílico es un sólido incoloro que se obtiene de la corteza del sauce, donde fue aislado por primera vez y de donde se obtienen grandes concentraciones de este ingrediente.
En la época del antiguo Egipto, la antigua Grecia, Sumeria y la antigua China ya se usaba la corteza del sauce para aliviar dolores y tratar fiebres. Pero no fue hasta el siglo XVIII cuando el ácido pudo ser aislado para aprovecharlo de forma más especializada. A partir de aquí se pudieron desarrollar compuestos más eficaces para aliviar la fiebre, molestias y dolores.
Con el tiempo y los avances tecnológicos se logró usar el ácido salicílico como materia prima para obtener la aspirina, que en esencial es ácido acetilsalicílico. Tras varios usos para aliviar náuseas, controlar diarreas y tratar flatulencias, se consiguió emplear el ácido salicílico en la cosmética y en la salud de la piel, sobre todo, para prevenir y aliviar afecciones de la piel.
Actualmente se utiliza un tipo de ácido salicílico sintético, ingrediente que también proviene de la corteza del sauce. Se obtiene a partir de dióxido de carbono y fenóxido de sodio, con procesos altamente especializados, aunque rentables.
Algunos analgésicos que solemos tomar para aliviar dolores contienen derivados del ácido salicílico, como es el caso de la aspirina. Este compuesto se utiliza frecuentemente para mantener la salud porque aporta grandes beneficios para la piel. Si quieres saber cuáles son estos beneficios, ¡sigue leyendo!
¿Para qué se emplea?
Muchos tratamientos contra el acné contienen ácido salicílico, un compuesto para tratar lesiones en la piel, que se ha mostrado como una solución muy efectiva para las afecciones que causan el acné.
El acné aparece cuando existe una acumulación de células epiteliales muertas en los poros y cuando se acumula sebo en la piel. La función del ácido salicílico es ayudar a normalizar las descamaciones de las células epiteliales dentro de los poros y prevenir las obstrucciones que, junto con el aceite y las bacterias, pueden producir brotes de acné.
El ácido salicílico tópico se usa para eliminar y prevenir la aparición de espinillas y otras manchas en la piel de las personas con acné. Pero también para tratar enfermedades de la piel que se caracterizan por la descamación o el crecimiento excesivo de células cutáneas, como es el caso de la psoriasis, la ictiosis, la caspa, los callos, las durezas y las verrugas en la nariz o en la boca.
¿Cuántas veces usarlo?
La aplicación de esta sustancia puede hacerse varias veces por semana, según la enfermedad que se trate y el producto que se utilice. Siempre consulta a un dermatólogo experto antes de su aplicación.
Si estás empezando a aplicar esta sustancia, lo mejor es hacerlo en pequeñas cantidades. Aplica el producto en una o dos áreas pequeñas, en las que deseas tratar el acné u otra enfermedad, por la noche y espera a ver cómo reacciona tu piel.
Si usas el ácido salicílico para tratar el acné, es posible que se te seque o irrite la piel al comenzar el tratamiento. Para evitar esto, puedes aplicar el producto con poca frecuencia al principio y, luego, ir aumentando gradualmente la frecuencia cuando la piel se haya acostumbrado a esta sustancia.
Fuente: www.cantabrialabs.es