1. Deshazte de lo que ya no utilizas
Este es el tip estrella que ha convertido a Marie Kondo, la mujer más ordenada del mundo, en best seller. La filosofía de La Magia del Orden pasa por decir adiós a todo lo que no se necesite siguiendo un criterio: guardar solo aquello que nos hace felices (lo cual puede suponer un problema para aquellas personas que le otorgan un elevado valor sentimental a los objetos). Por difícil que resulte desprenderse de ese vestido especial que ya no te vale o de esos vaqueros dos tallas menos que nunca te valdrán, más vale hacer de tripas corazón y darles boleto. Solo hace falta aplicar el sentido común: si no te lo has puesto en el último año, deshazte de ello. Como recomiendan desde Fashionista, puedes hacer fotos a aquellos objetos o prendas de las que te de pena desprenderte por razones sentimentales. Después, según su estado, dónalas a una ONG o tíralas (marcas como H&M o Inditex ofrecen un servicio gratuito de recogida de ropa).
2. Invierte en infraestructura para mantener el orden
No hace falta tener un vestidor como el de las egoblogueras ni comprarse un armario nuevo. La clave están en aprovechar mejor el espacio del que disponemos tirando de pequeñas cajas, separadores en los cajones o perchas de calidad (de esas en las que no se escurren los vestidos o de las que son específicas para colgar faldas). Los separadores (puedes comprarlos o marcarte un sencillo DIY con cartón) son perfectos para mantener a raya los calcetines, la ropa interior o pequeños objetos y en las cajas puedes guardar cosas que utilices con poca frecuencia. Los expertos aconsejan aprovechar también los espacios verticales utilizando la parte interior de la puerta del armario o de la propia puerta de la habitación para colgar cinturones, pañuelos o bufandas con la ayuda de ganchos o pequeñas perchas. Por último, aprovecha tus piezas favoritas para decorar. Ese par de zapatos-joya o ese bolso especial de buena calidad pueden colocarse en la cómoda o en una estantería. Liberarás espacio en el armario y es una forma de darle personalidad a la habitación.
3. Mantener lo que has conseguido
He aquí la tarea más complicada de la lista. Pero si se han hecho correctamente los dos pasos anteriores resultará sencillo mantener el orden. El truco está en dedicar todos los días unos minutos a colocar la ropa en lugar de ir acumulando objetos y prendas desparramadas con la esperanza de encontrar el momento perfecto para ordenar el fin de semana. Si por las mañanas el armario acaba medio desvalijado con un montón de estilismos descartados sobre la cama y no tienes tiempo a colocarlos antes de ir al trabajo, invierte cinco o diez minutos al llegar a casa y devuelve cada cosa a su lugar. Tan obvio como efectivo.
Fuente: smoda.elpais.com