1. Cuida tu alimentación
Aumenta la ingesta de frutas y verduras, introduce la fibra en tu dieta para mejorar el tránsito intestinal entre otros muchos beneficios.
Limita el consumo de azúcares y sal en tu dieta, según la OMS reduciendo únicamente un 5 % el consumo de azúcares de nuestra dieta tendría beneficios en nuestra salud.
Aficiónate a la cocina: cuando no sabes cocinar sueles tirar más de platos precocinados o congelados que no siempre tiene las mismas propiedades.
No es necesario hacerse un Masterchef, hay muchas maneras de preparar la comida, a la plancha, al vapor, al horno, etc.
2. Hazte revisiones periódicas
Los expertos recomiendan que a partir de los 40 años es aconsejable empezar a realizarse exámenes médicos periódicos. Estas revisiones irán especialmente encaminadas a detectar la aparición de tumores precoces o de riesgos cardiovasculares.
Pruebas tan sencillas como una analítica, la toma de la presión arterial o exploraciones ginecológicas son fundamentales para la prevención de enfermedades.
3. Realiza ejercicios físicos siempre que puedas
Un pilar fundamental para mantener una buena salud es realizar ejercicio físico de manera habitual. Al menos es necesario 30 minutos de actividad durante 2 o 3 días a la semana.
La clave no está en comprarse el kit completo para salir a correr o pagar el gimnasio de todo el año al volver de las vacaciones. Lo importante es encontrar una actividad que nos sea apetecible, que nos guste y nos motive durante todo el año y no únicamente cuando nos sentimos culpables de no movernos del sofá.
4. Controla tus niveles de estrés
El trabajo, la vida familiar, enfrentarnos a situaciones cotidianas nos generan un sobreesfuerzo a nivel físico y mental. Nos hacen estar en un estado de alerta continuo que agota nuestras defensas y nos va minando tanto mental como físicamente.
Cada persona puede tener su propio remedio para reducir sus niveles de estrés. Hay personas que les funciona leer, a otros pintar, hay gente que realiza meditación otras personas utilizan el ejercicio físico.
Te animamos a que encuentres aquella actividad que te reconforte y sirva para encontrarte contigo mismo.
5. Consigue una buena salud mental
No podemos olvidarnos de nuestra salud mental como una parte fundamental en nuestro estado de salud.
El estrés, la ansiedad o la depresión pueden alterar nuestro estado mental afectando a nuestro bienestar y calidad de vida.
Ejercitar nuestra mente es igual de importante que ejercitar nuestro cuerpo. Hacer ejercicios de lectura y lógica, juegos de memoria y comprensión son herramientas que podemos utilizar de forma sencilla. Nos servirán para prevenir enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
6. Evita los factores de riesgo
Es necesario tener en cuenta y vigilados una serie de factores que aumentan la probabilidad de sufrir una enfermedad o una lesión.
El tabaco, el alcohol, la hipertensión, la obesidad son algunos de los principales factores que se observan en nuestra realidad más cercana. Está en nuestra mano el controlarlos ya que son factores modificables y por tanto susceptibles de actuaciones preventivas.
7. Ten felices sueños
Teniendo en cuenta que pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo, podemos comprender la importancia que tiene en nuestras vidas. El sueño es una función vital que nos regula, nos repara y nos prepara para el día siguiente.
Alguna de las recomendaciones que podemos seguir es mantener unas rutinas y horarios a la hora de acostarnos, reducir el consumo de bebidas con cafeína, mantener una buena zona de descanso sin distracciones como el móvil o la televisión.
8. Disfruta de tu ocio y tiempo libre
Nuestras jornadas de trabajo cada vez son más largas, nuestras vacaciones en muchas ocasiones se ven reducidas por falta de tiempo y de dinero. Es fundamental que exista un equilibrio entre trabajo y actividades que nos distraigan, nos relajen y nos gratifiquen a nivel mental y físico.
Los beneficios del ocio tienen una repercusión positiva tanto en la persona como en su entorno más cercano.
Actividades como viajar, leer, estar en contacto con la naturaleza o simplemente no hacer nada nos darán una pausa y energía para continuar con nuestras actividades.
9. Cuida tus relaciones sociales
Somos animales sociales, que no viven aislados, sino en familia y sociedad.
Estudios recientes indican que tener relaciones sociales satisfactorias son tan importantes para la esperanza de vida como no fumar.
Ser parte de una red social, no referido a las tecnológicas, da a los individuos papeles significativos que aumentan su estima y dan propósito a sus vidas, según estudios de la Universidad de Carolina del Norte.
Por ellos es necesario fomentar las relaciones sociales y darnos tiempo para compartir nuestro tiempo con familiares y amigos.
10. Ten una actitud positiva ante la vida
Se dice que la semilla de nuestras palabras y nuestras acciones son nuestros pensamientos.
Los pensamientos positivos tienen un efecto satisfactorio, nos dan vigor y la gente que tenemos a nuestro alrededor se ve contagiada por ellos.
Una actitud positiva te proyectará una imagen más satisfecha, confiada y segura de ti mismo.
Aunque es difícil mantener una actitud positiva en la actualidad con todas las noticias negativas que nos rodean siempre podemos enfocarnos en lo positivo que tenemos.
Fuente: www.innovaasistencial.com